diciembre 10, 2006

una reflexion sobre la amistad en los tiempos de incomunicacion

Con motivo del “poderoso caballero” que Jorge Edwards endosa a Don Luís de Góngora yArgote y no a Don Francisco de Quevedo y Villegas, nos sorprendemos pensando en la quiebra repentina y casi inexplicable de algunas viejas amistades.
Nos preguntamos: ¿Qué es la amistad? ¿para que sirve la amistad?¿cuando hay amistad? Curioso: nos a costado un sartal de confusiones el tema y no hemos dado en el clavo de una definición precisa.
Recordamos “las grandes amistades” el hermoso libro de Raissa Maritain. Recordamos el hermoso ensayo de Jean-Paul Sastre, sobre Merlau- Ponty, que comienza de esta manera: “¡cuantos amigos que aun viven he perdido!” No fue culpa de nadie. Eran ellos; era yo; las circunstancias nos había acercado y hecho amigos; ellas mismas nos han separado y Merlau- Ponty – lo se- no decía otra cosa cuando le acontecía pensar en las personas que frecuentaron y abandonaron su vida”
Pedro Lain Entralgo, filosofo, escribió un estupendo volumen de rango histórico, -¡vaya historia!- acerca de la amistad. Su descripción empieza con la phillia griega, y culmina con un rico estudio, muy de nuestro tiempo en torno a la incomunicación y la amistad.
La amistada es la mayor y más conmovedora experiencia de nuestra vida después del sentimiento del amor y del trastorno de la muerte. Que una amistada sólida y arraigada capitule ante la fuerza de una circunstancia, no habla mal de la amistada y tampoco habla mal de la circunstancia. Retengamos la reflexión de Sartre “No fue culpa de nadie. Eran ellos; era yo; las circunstancias nos había acercado y hecho amigos; ellas mismas nos han separado”

A través de la intuición advertimos a menudo que las amistades perdurables; sabemos que solo la muerte lograra arrancarnos de su influjo. “¡cuantos amigos que aun viven hemos perdido”! No los lloramos. Están ahí. Acaso la ruptura era mas que necesaria. Para que una amistada se nutra no basta con esfuerzos voluntarios. Es indispensable que una circunstancia, a veces precipitada por el azar, la aliente. La causa común- la causa política- hace con frecuencia buenos amigos. También elabora adversarios implacables. En el m mundo de las letras, donde no es un deshonor, ay la envidia, disfrazada de “sana competencia” la ética suele verse arrastrada por el apetito de poder. Unir con la amistad con los valores de la ética y de la estética constituye una empresa gigantesca.
Nunca hemos dejado de pensar en las grandes amistades que nos arrebato la muerte. A la inversa, no lloramos ni sentimos la amistada que se destruyo por su cuenta. Vivir, luego de todo, es ganar y perder afectos.
plagiado de lun....derechos de autor reservados.....mmmmm creo q me metere en problemas...en fin ojala lo lean y se den cuenta de cuanta razon tiene
ai se ven
ojala lo lean y posteen

1 comentario:

Anónimo dijo...

solo porque tú lo pediste, te pongo un comentario.

Aunque sea un plagio, me gusta. Pero haz un recuento (algo más concreto), aunque sea lo más asquerosamente cursi que se pueda hacer. Pero los recuentos hacen bien. Ayudan a sacar interesantes conclusiones.

SOY AQUELLO QUE NO PUEDO OLVIDAR

DEJAD LOS QUE AQUI ENTRAIS TODA ESPERANZA (DANTE, DIVINA COMEDIA).
EL IDEALISMO ES UN LUJO QUE SOLO TE PUEDES DAR EN LA JUVENTUD.